Lo que escribo, cuando lo escribo.

Estas son mis ideas, esbozos de relatos por nacer.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Invasiones

Acabo de escribir un relato que hace tiempo -años- que me rondaba por la cabeza. Está en bruto, creado de un tirón (en realidad de cuatro tirones) pero ya lo siento como satisfactorio. Tiene algo de acción y una idea interesante y espero, si luego de la pulida queda bien, puedan leerlo pronto (bah, pronto, ya saben cómo es esto, en algunos meses estaría bien).


Transcribo algunos pasajes:


"Lara asiente en silencio y echamos a andar rumbo al lago. Cerca de la orilla hay una pasarela que conduce a un puente antiguo pero sólido. Caminamos hacia él besándonos cálidamente y nos sentamos en los primeros peldaños de la escalinata que asciende hasta el puente. Desde esta ubicación tenemos el agua a los lados, meciéndose pacíficamente, y al frente la vista de la avenida costanera que se aleja serpenteando hacia los complejos universitarios de Lancaster Dell. Las torres no son demasiado altas pero sí muy abundantes, y por encima de ellas el sol es una bola de fuego consumiéndose lentamente.
—¿Crees que acabaré graduándome? —pregunta Lara mirando a la distancia—. Detesto tanto las clases de álgebra…
—Sé que lo harás. Confío en ti. Tienes capacidad para lograrlo.
Lara sonríe melancólicamente y repasa los rasgos de mi rostro como queriendo memorizarlos.
—¿Y nos iremos a vivir juntos luego? ¿Tú y yo, solos en las colinas Marshall?
Resoplo mentalmente."


"—Es demasiado —se queja—. ¿No hay otra forma de decirlo?
Me vuelvo hacia ella con una sonrisa triunfal y afirmo con la cabeza. Sé que debo tener un aspecto demencial, pero es que estos temas me fascinan.
—Sí, hay otra forma. Piensa en nosotros como si fuéramos mineros que un día hicimos un pozo de mil metros de profundidad y construimos una cueva para quedarnos a vivir. No conformes con esto seguimos cavando y nos encontramos con otra cueva mucho mayor, pero que no es nuestra.
—¿Y de quién es?
Alzo las cejas y tardo en responder
—No lo sé, pero tal vez ya me los haya cruzado."

martes, 5 de abril de 2011

70 por ciento

Retornando de un extenso paréntesis, durante el cual escribí apenas algunos relatos cortos y repasé otros tantos, les transcribo algunas líneas de un pequeño cuento distópico que busca su lugarcito en el mundo editorial:


"Nadie puede bañarse dos veces en el mismo río. Ni siquiera una vez. Está prohibido. Los ríos son propiedad privada y una docena de francotiradores te acribillarían sólo por acercarte a ellos. Esta es la realidad del siglo XXII tan pronosticada por nuestros desoídos padres y abuelos, y es nuestra cruz aceptarla. El agua es el nuevo oro blanco, la droga más poderosa sobre la faz de la tierra porque TODOS la necesitan. Y en grandes cantidades. ¿Cómo nos la quitaron? ¿Cómo fue que de ser libre y gratuita para todos, cien años atrás, pasó a ser un producto invaluable, controlado por un puñado de personas poderosas, hoy en día?

Así fue:..."