Para coronar -aunque no agotar- el ciclo de la mecanización abierto con la Era del cambio y continuado con dos relatos que, espero, pronto vean la luz, estoy escribiendo una novela con nuevos personajes que, de alguna manera, se enlazan a los ya existentes en los relatos. Aquí intento mostrar la suerte que corre el mundo frente a la evolución constante de la tecnología cibernética.
Les presento algunos párrafos sueltos:
"El techo de la Sala de Espera era alto y abovedado y le otorgaba a la intervención que pronto tendría lugar un aire sacramental de profunda emotividad. Juan pestañeó varias veces y contuvo con éxito las lágrimas que amenazaban con asomar en sus deslumbrados ojos. Su vida cambiaría definitivamente, comprendía eso, lo comprendía demasiado y sentía una suerte de congoja al pensar en aquellos que habían pagado su intervención y habían hecho posible para él algo que ellos jamás obtendrían: transformarse en meca."
"—Muchacho, ¿qué haces aquí?
Una voz cavernosa que denotaba asombro tronó a pocos pasos de donde se hallaba Juan. El joven se volvió y se encontró con la mirada profunda y atemorizante de un oscuro pos disfrazado de persona con una camisa y unos pantalones holgados que bailoteaban con las corrientes de aire. Los binoculares en su rostro se extendían curiosos.
Una voz cavernosa que denotaba asombro tronó a pocos pasos de donde se hallaba Juan. El joven se volvió y se encontró con la mirada profunda y atemorizante de un oscuro pos disfrazado de persona con una camisa y unos pantalones holgados que bailoteaban con las corrientes de aire. Los binoculares en su rostro se extendían curiosos.
—Vengo a hacerme la inserción axial, señor…"
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